Una tarta de manzana con un toque especial
Esta receta se inspira en un postre muy tradicional: la tarta de manzana. Para hacerla me inspiré en un aperitivo: las galletas saladas con queso fresco y mermelada. El contraste entre el queso fresco y la mermelada dulce me encanta, así que pensé... ¿porque no hacer una tarta de manzana con ese contraste?
Me parecía que las galletas saladas no acabarían de quedar bien, así que decidí usar galletas tipo Degestive para lo que podríamos llamar 'base' de la tarta. Vamos con la receta y os cuento más.
Ingredientes
(para 2 tarros de 85mm de diámetro y 0,5l de capacidad, o equivalente de otra medida)
2 manzanas (yo usé golden)
4 cucharadas de azúcar
4 cucharadas de agua
canela en polvo
un poco de zumo de limón
10 galletas tipo Digestive
6-8 cucharaditas de leche condensada (dependerá del tipo de galletas que uses)
125gr de queso fresco para untar tipo Philadelphia
Elaboración
Pela las manzanas y córtalas en trozos pequeños. Pon las manzanas en un recipiente apto para el microondas, añade las 4 cucharadas de agua con un poco de zumo de limón (para que no se oxiden) y las 4 cucharadas de azúcar. Añade también la canela en polvo, remueve bien, tapa con papel film.
Ponlo en el microondas a potencia máxima durante unos 12-15min. Hay que parar cada 4min y remover con cuidado.
También puedes cocerlas al fuego, pero yo prefiero hacerlo en el microondas porque es más rápido y se consume menos energía.
Mientras se cuecen las manzanas trituraremos las galletas.
Rompe las galletas en trozos pequeños y mételas dentro de una bolsa de congelación. Con un rodillo o mortero golpearlas hasta que queden bien trituradas.
Reserva unos XXXgr y el resto lo viértelo en un bol. Añade la leche condensada cucharadita a cucharadita, mezclando con una espátula o con las manos (te recomiendo que lo hagas con las manos). Cuando puedas hacer una bola con la masa, ya está lista.
Vierte la masa en los tarros, mezclando bien. Asegúrate de repartir la misma cantidad en cada uno de los tarros. Reserva un poquito para decorar.
Ahora añade la capa de queso Philadelphia. Te recomiendo que lo hagas con una manga pastelera, así te resultará más fácil.
Ahora vierte las galletas trituradas que habíamos reservado. Esta capa separará la mazana del queso fresco y absorberá el almíbar de las manzanas. Asegúrate de que cubre todo el queso de untar.
Cuando la manzana se haya enfriado, viértela dentro de los tarros. Haz una primera capa fina apretando, para que suelte el almíbar y empape la galleta triturada. Vierte el resto sin apretar.
Ya solo nos queda colocar la tapa (yo las he decorado con washi-tape) y nuestros tarros de tarta de manzana estarán listos.
Recuerda que llevan queso fresco y deben conservarse en la nevera.
Otras opciones de preparación:
Si no te gusta el queso para untar, puedes preparar la receta con crema inglesa o crema pastelera.
Si no tienes tarros, puedes preparar la receta añadiendo más leche condensada a la masa, de esta forma podrás colocarla en un molde, apretarla bien, y mantendrá la forma.
Truco:
Para hacer una compota de manzana o pera, la regla general es de 2 cucharadas de agua por pieza de fruta y 2 cucharadas de azúcar por pieza de fruta.
A ver si os animáis a probarla y me contáis que os ha parecido.
Este post participa en el concurso Receta Innovadora de From Sweetland
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